Doble acristalamiento: dos paneles de vidrio con una capa de aire o gas inerte (p. Ej., Argón) reducen la transferencia de calor, manteniendo temperaturas interiores. Esto reduce los costos de energía de calefacción y enfriamiento.
Ruptura térmica en marcos de aluminio: los marcos modernos de aluminio a menudo incluyen roturas térmicas, minimizar la conducción de calor y mejorar la eficiencia energética.
El diseño de doble acristalamiento amortigua el ruido externo, lo que hace que estas ventanas sean ideales para entornos urbanos o ruidosos.
Aluminio: resistente a la corrosión, el óxido y la meteorización. A diferencia de la madera, no se pudre o requiere repintado, asegurando la longevidad con un mantenimiento mínimo.
Construcción robusta: la fuerza de aluminio admite paneles de vidrio más grandes sin deformación.
Diseño de toldo: con bisagras en la parte superior, estas ventanas pueden permanecer abiertas durante la lluvia, permitiendo el flujo de aire mientras mantiene el agua fuera. Perfecto para climas húmedos o lluviosos.
La resistencia inherente al aluminio y los mecanismos seguros de bloqueo (comunes en los diseños de toldo) mejoran la seguridad. El diseño de apertura externa también disuade la entrada forzada.
Los marcos de aluminio delgados ofrecen una apariencia moderna y elegante. Disponible en varios acabados y colores para combinar con estilos de arquitectura.
Los recubrimientos opcionales bajos en E en unidades de doble acristalamiento bloquean los rayos UV, que protegen los interiores del daño solar. Condensación reducida debido a un mejor rendimiento térmico.
El aluminio es completamente reciclable, y los diseños de eficiencia energética contribuyen a las huellas de carbono más bajas.
Las ventanas de toldo se abren hacia afuera sin ocupar espacio interior o exterior, ideal para áreas compactas como sumideros o encimeras.